Alegría total. Un penal, un golazo de Mundial, garra, coraje y sobre todo buen fútbol fue lo que nos enseñó la Bicolor. Con un sistema bien ordenado y con la posesión de la pelota en casi todo el partido, Honduras venció 2-0 a El Salvador con goles de Carlos Pavón y Marvin Chávez.
Al comienzo del juego, los catrachos estuvieron un poco desconcentrados y a veces hasta nerviosos. Los cuscatlecos arrancaron bien, manifestando sus intenciones de llevarse la victoria. En los primeros minutos llevaron la batuta, controlaron bien el juego y realizaron un excelente marcaje por zonas, llevando mucho peligro al marco de Noel Valladares. Pero sus imprecisiones les impidieron obtener los frutos queridos y poco a poco fueron cediendo terreno a los hondureños, que demostraron su poderío.
Amado entró en razón y, como gran capitán y conductor de la Bicolor, empezó a crear el fútbol y distribuir los balones hacia la zona ofensiva.
El primer aviso llegó a los 23 minutos. "Pery" Martínez ganó la banda derecha, levantó la cabeza y mandó un centro preciso para que llegara Pavón, que a pesar de que su fuerte es la cabeza no pudo enderezarla y la mandó afuera.
Sólo fue el principio de lo que llegaría. Emil Martínez, a pesar de que no anduvo enchufado, originó la jugada del primer gol catracho.
"Pery" volvió a ser el actor intelectual. En una gran jugada individual envolvió a los defensas salvadoreños y se la pasó al "Cabezón", que en el momento que se aprestaba a disparar fue derribado y el central no dudó en decretar la pena máxima.
Esta vez, el capitán Amado decidió no ejecutarlo y le cedió la pelota a su gran amigo y uno de los jugadores más ovacionados de la Copa de Naciones por la afición capitalina: la "Sombra Voladora". éste, con la frialdad que lo caracteriza, lo transformó en gol y desató la locura en el Nacional.
Estábamos bien, ya habíamos abierto el marcador, que era los más importante para replantear las líneas y controlar más el balón. Desde ese momento Honduras creció y se volvió egoísta con la pelota, manejándola a su antojo.
Complemento
En el medio tiempo, los jugadores calmaron su ansias y salieron al rectángulo de las acciones jugando más inteligentemente, con la mente más fría y con una clara visión de sus intenciones.
Emil quiso borrar la mala imagen del primer tiempo e intentó entrar en el partido con potente disparo de larga distancia que pasó cerca, haciendo levantarse de sus asientos a los aficionados capitalinos, pero por más esfuerzo que hizo no pudo compenetrarse con sus compañeros.
Rueda decidió sustituirlo por el verdolaga Marvin Chávez y no erró en su decisión. El "Hijo del Viento" entró con grandes deseos en la cancha: sabía que su nombre quedaría escrito en la historia de la Uncaf.
Era el minuto 72. Apenas tenía seis minutos de haber ingresado y llegaría lo que podría considerarse lo mejor del partido. Hasta los grandes jugadores tendrán envidia al ver lo que Chávez hizo.
Se encontró con un balón desde aproximadamente 35 metros, lo dominó, levantó la mirada, vio el marco, canalizó toda su energía hacia la pierna izquierda y soltó un tiro perfecto que terminó meciendo las redes.
¡Que golazo! No se podía pedir más. Se encargó de dejar una inolvidable impresión en todos los hondureños y engalanarles la pupila con esta maravillosa anotación.
Grupo A
Equipos jj JG JE JP gf gc pts
Honduras 3 3 0 0 8 2 9
El Salvador 3 1 1 0 5 4 4
Nicaragua 3 0 2 1 3 6 2
Belice 3 0 1 2 3 7 1
Ficha del partido:
Honduras: Noel Valladares, Erick Norales, Osman Chávez, Boniek García, Iván Guerrero, Hendry Thomas, Danilo Turcios (Mario Rodríguez, 82), Emil Martínez (Marvin Chávez, 65), Amado Guevara, Carlos Pavón (Emilio Izaguirre, 79) y Walter Martínez.
Entrenador: Reinaldo Rueda
El Salvador: Miguel Montes, Alexander Escobar, Marvin González (Carlos Ayala, 79), Luis Fernández, Fhawn Hasani, Ramón Sánchez, William Romero (Salvador Corea, 65), Eliseo Quintanilla, Rudis Corrales, Alfredo Pacheco, y Christian Castillo (Edwin Miranda, 88).

Entrenador: Carlos de los Cobos